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El COMERCIO


30 niños con limitaciones reciben atención médica


Tiempo de lectura: 4'32'' No. de palabras: 681

Redacción Sociedad

Tres globos amarillos adornan la puerta principal de la Fundación Antorcha de Vida, ubicada en el sector de Sangolquí, cantón Rumiñahui.

Natalia, de 17 años, sonríe en la entrada del lugar, mientras atrapa uno de los globos que se desprende de la puerta, por el fuerte viento. Ella nació con trisomía 21, una enfermedad también conocida como Síndrome de Down.

Natalia asiste, de lunes a viernes, a este centro para mejorar su motricidad y lenguaje mediante los ejercicios que le indican allí. las rutinas que repite, a ratos parecen un juego con la terapista.

La fundación se creó hace siete años con el fin de ofrecer rehabilitación y educación especial a familias de escasos recursos. Actualmente, 30 niños con hidrocefalia, Síndrome de Down y parálisis cerebral se benefician de este servicio a bajos costos.

La casa en donde funciona la institución es pequeña, tiene un espacio verde y cuatro habitaciones; las cuales resultan estrechas para albergar a los especialistas, voluntarios y padres de familia en los trabajos que realizan a diario.

La institución se divide en cinco áreas de trabajo: psicología, lenguaje, motricidad, fisioterapia y terapia ocupacional.

En promedio, las 43 sesiones tienen un costo que fluctúa entre 15 y 20 dólares. Cada taller dura de 30 a 60 minutos, dependiendo de la necesidad de cada niño.

Salomé Ruales, de 23 años, dirige desde hace dos años el área lenguaje. Sus grandes ojos brillan cada que habla de “sus niños” y la razón que la vinculó con ese trabajo. “Los niños te enseñan a desarrollar el lado más humano, adquieres paciencia y solidaridad al ponerse en los zapatos del otro... Cuando eres una persona sin dificultades físicas no sientes el sufrimiento de estos padres”.

Los gritos y las risas de los pequeños constituyen la tónica cotidiana en el lugar. La labor que realizan las especialistas, en cada área, se complementa con el aporte de los padres de familia en sus hogares y los voluntarios.

En el centro colaboran estudiantes de varios colegios de la zona, las religiosas del Noviciado de las Mercedarias y varias personas particulares que ayudan con compras, mercancía y donaciones.

La fundación realiza un esfuerzo especial para involucrar a los padres con sus actividades.
Los representantes de cada niño deben acudir al centro, al menos una hora diaria, para colaborar en distintas tareas.

Ellos ayudan con la limpieza, las terapias y aprenden actividades productivas, esencialmente relacionadas con la elaboración de productos que sirven para financiar al centro. Su especialidad son las habas y el maní de dulce.

Wilson Carrión, de 55 años, es uno de los padres que encontró en Antorcha de Vida una respuesta para las necesidades educativas especiales de su hija María José, de nueve años.

“Hemos estado en diferentes fundaciones, pero las terapias son muy caras y muchas están en Quito. Aquí todos participamos y colaboramos con nuestros hijos, ellos están bien y tienen lo que necesitan a pesar de que no disponemos de recursos económicos”.

Según Nancy Romero, directora de la fundación, las limitaciones económicas son el principal problema que afronta la administración. Sin embargo, los logros obtenidos compensan el esfuerzo realizado por todos.

“Muchos de los niños del centro se han podido incorporar de forma normal a las escuelas, eso para nosotros es el mayor gusto que podamos tener... Aunque no tengamos el lugar más apropiado, los instrumentos o los recursos económicos, nos sentimos orgullosos de lo que hacemos”.

Mientras Natalia cruza el umbral de la puerta, con su globo amarillo en la mano, las risas y los gritos de los niños, resuenan en la pequeña casa de Sangolquí. Ellos apenas se dan cuenta que con los juegos se preparan para la vida.

Para contactarse

La Fundación Antorcha cuenta con un sistema de padrinos para financiar el costo individual de las terapias. Se debe aportar una cantidad de dinero mensual y participar en algunas actividades de la institución.

Las personas pueden incorporarse al personal del centro como voluntarios. Para ello es necesario tener tiempo para dedicarles a los niños.

La venta de tejidos, camisetas y calentadores financia parte de sus actividades. Para adquirirlas se puede llamar al 233 0458.


EL HOY

Una antorcha de vida en la feria de discapacidades

Publicado el 29/Noviembre/2009 00:02

La Feria Un Ecuador para todos culmina hoy en el Centro de Exposiciones Quito. El público puede visitarla hasta las 19:30

Artesanías, golosinas y una serie de productos se pueden encontrar en el Centro de Exposiciones Quito, que acoge, desde el pasado jueves, a cerca de 100 organizaciones que muestran el potencial productivo de las personas con capacidades especiales en la Feria Un Ecuador para todos.

Además de la amplia oferta de productos que se exhiben en el lugar, las fundaciones e instituciones participantes dan a conocer a la ciudadanía el trabajo que realizan con este grupo vulnerable de la sociedad.

Es el caso de la Fundación Antorcha de Vida, cuyo trabajo se desarrolla en el sector de Sangolquí y que beneficia a personas que presentan cualquier tipo de discapacidad y sus familias.

Nancy Romero, presidenta de este grupo de ayuda explicó que el eje transversal de su gestión es el amor. "Desde hace 10 años nuestra labor está encaminada a la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad, además de insertarlas en el ámbito educacional, social y laboral, a través de un trabajo conjunto con todos los miembros del entorno familiar, pero el principal instrumento es el amor hacia estas personas", manifestó.

Entre los servicios que ofrece esta organización sin fines de lucro están terapias de rehabilitación en las áreas de sicología, lenguaje, motricidad, fisioterapia y aprestamiento para integración escolar, además de una serie de talleres donde sus miembros aprenden a elaborar artesanías y reciben capacitación en actividades como panadería o pastelería.

Una muestra su trabajo se puede observar en su stand, donde a un precio que representa una colaboración simbólica, se pueden adquirir productos elaborados a base de chocolate como galletas y figuras con una variedad de diseños, así como bufandas, tejidas por las madres de familia que se benefician con la ayuda brindada por esta organización.

"Con estas actividades queremos enseñarles el valor del trabajo y potenciarlas como gestoras y generadoras en sus procesos de rehabilitación", añadió Romero.

Además, las personas que deseen obtener la credencial del Consejo Nacional de Discapacidades (Conadis) pueden hacerlo en la feria, ya que existe un espacio destinado para esta actividad en el ingreso del recinto. El evento culmina hoy a las 19:30. (MB)

Hora GMT: 29/Noviembre/2009 - 05:02

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